diario de...que leches!


Ahora estarás viendo Hermanos de Sangre o jugando al Call of Duty (no pienso hacerte más regalos de reyes, que luego te vicias).
Y yo aquí estoy, recién cenadita (Comida oriental, yes we can!) después de llegar de la biblioteca. El camino de vuelta en el tren ha sido magnífico, llorando mientras todo el vagón me miraba, sumida en un libro que como de costumbre me roba el sueño.

Y ahora tras intentar descargarme hasta el último capítulo de The Walking Dead porque mi bendita conexión robada no da para verlos online, veo el maldito estreno de "El barco" y disfruto de las escenas en francés con una sonrisa de oreja a oreja porque al menos siento que estoy practicando para el examen del 24...pobre ingenua, intentando levantar el cargo de conciencia. Siempre acabo estudiando con películas las asignaturas más superfluas... civilización inglesa salió a flote con "The boat that rocked"...vale, que igual solo tocaba un tema de los 25 que dimos, pero oye, con un 7.5 en una asignatura a la que no he asistido durante todo el cuatrimestre me tengo que quedar más que tranquila.
Y este año...¿qué? Tercero, se dice pronto. Solo queda un año de carrera y siento que acabo de entrar en la universidad...ayss pero no nos pongamos melancólicos que bastante tenemos con las cenizas de la madre de Valeria y el cojo gritando "me quiere" en alta mar. Estúpida televisión, estúpida, estúpida.

En fin, me toca comerme un croissant de pocholate e hidratarme el tatoo. Para que luego digan que no tengo responsabilidades... Como diría Irene: Josús!

Cuento los minutos para que llegue el viernes, pasar todos los nervios del mundo, relajarme con un cocktailcito de café en el trabajo y dormir.... y ya está, SÁBADO SABADETE. Ya TÚ sabes.

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