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Una semana increible solo podía tener un comienzo y, especialmente, un final, de cuento de hadas. No voy a relatar todo aquello que hemos hecho estos días ya que, ni os importa, ni el cansancio me permitiría dilatarme tanto, que desde las 4 de la mañana que me levanté para ir al aeropuerto, parece que ya va siendo hora de ir a dormir. Sólo (y no es poco) dejaré constancia de la sonrisa que tengo de oreja a oreja debido a los últimos acontecimientos y del buen sabor de boca que me ha dejado este viaje.
Ante todo, puedo enorgullecerme de que ambos hemos ido con pies de plomo en los meses que llevamos juntos. No por desconfianza, miedo o inseguridades, nada más lejos, sino porque tomamos la racionalidad por bandera ya que la relación nos pilló a ambos por sorpresa y se presentaba como un..digamoslo así "truc de fous"
Pese a ello, esta semana demuestra que a ambos nos han ganado la batalla las ganas. Que nos necesitamos más de lo que creíamos y que los dos estamos ahí para el otro, con los ojos cerrados. Estos días me han demostrado que pese a que en varias ocasiones haya perdido la ilusión por muchas cosas, siempre esperan maravillas mas allá de lo que nuestra vista alcanza a ver. Te he descubierto más fragil y mío que nunca y yo te he dejado entrar hasta donde quisiste, sin ponerme normas a mi misma. Hemos reido hasta decir basta y hemos vuelto a aprender el uno del otro. Hemos aprendido a abrazarnos fuerte cuando en Londres hace frío... Nos prometimos vivir el día a día y así lo hemos hecho. Pero cuento contigo para mañana y tú tambien necesitas que ese mañana llegue.
Recuerdo lo que me dijiste cuando nos separamos despues de tres meses viviendo juntos:
"No se que nos espera, cuantas veces nos veremos y cuantas más nos echaremos de menos. Pero se que quiero que sea así, no voy a perderte, y verte una vez al mes ya es mucho más que no verte en absoluto"
Recuerdo como se me iluminó la cara, como tantas otras veces. Pero esta vez ha sido distinto. Hemos construido un TUYYO muy sólido, y no nos asusta. No sólo queremos que esto sea posible, sino que no concebimos la opción contraria. Cuanto más te conozco, más afortunada me siento señorito.
La conversación en nuestra cita de película en Bob Bob Ricard me hizo sentirme tan orgullosa de ti...
No se si realmente acabaremos en NY juntos como planeamos con una botella de Chablin por medio, pero se lo que queremos, y no hay mayor alegría que querer lo mismo y ser correspondidos.
Por lo pronto nos esperan Venecia, Londres, Francia y España en los próximos meses... ¿Que más se puede pedir?

¡Ah si! Que me llames para decirme: c'est seulement pour te faire un bisou, bonne nuit ma puce.
<3