- ¿Cómo me llamas ahora? Si acabamos de colgar el Skype y esto sale carísimo.

- Ya pero quiero tenerte cinco minutos para mí sólo que en Skype te comparto. Y quiero que hablemos.

- Bueno, no quiero entristecer la conversación, vamos a cambiar de tema.

- No, no vamos a cambiar de tema. Vamos a hablar de esto. Porque lo necesitas y porque quiero que me digas todo lo que quieres decir. Y aunque no puedo estar ahí ahora mismo quiero que salgas y te airees, que vacíes la cabeza. Quiero que pienses que voy a estar, en tan solo unos días.


Gracias. Gracias por ser todo lo que necesito en una situación como ésta.

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