No todo es malo, ¿no?

Hoy, después de casi más de dos años, he vuelto a hablar con Guille. (La mitad no sabréis ni quién es, pero mejor así). Siempre fue una persona importante para mí, de la que aprendí y a la que quise y aún quiero mucho. Hace un tiempo se echó una novia muy maja a la que nunca le pondré una pega, porque es muy adorable, pero que le absorbió bastante. Desapareció, digamos, pero yo lo entiendo. El caso es que necesitaba esta conversación como agua de mayo. Sus "vales mucho, tienes más pelotas que nadie que yo conozca" y todas esas cosas que me hacen sentir tan bien.

No me había dado cuenta, pero te necesitaba un montón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario